El evento, estuvo organizado por Nerea Poblet como proyecto final de sus prácticas profesionalizantes del 3º año de la Tecnicatura Superior en Gestión Cultural del CENT Nº: 11.   Nerea, es tallerista de Teatro de Títeres en varias instituciones e intérprete de la compañía “Títeres del Bosque” con quienes llevó adelante la gestión y producción del evento.

El Encuentro  contó con la participación del reconocido maestro titiritero Eduardo González Andía, quien  junto a diferentes compañías de títeres locales desarrollaron un tarde de teatro para todo público.

El conversatorio “Teatro de títeres y salud comunitaria”, coordinado por Eduardo, estuvo destinado al público en general y docentes de todas las modalidades.

Cabe señalar que Eduardo es un incansable militante del arte de los títeres, no sólo en los aspectos artísticos sino en el compromiso que como artista asume “para construir un mundo más justo, porque nos merecemos un mundo mejor” tal como lo repitió a lo largo de la charla y de las puestas en escena de las obras.

En un clima distendido, ameno, entre mates, Eduardo dijo que quería hablar de sus: “experiencias y porrazos”, pero fundamentalmente de los títeres y de esa capacidad
de síntesis que tienen y le brindan a los artistas.

Basándose en su experiencia con la cooperativa “La Calle de los Títeres”, que opera en una Casona que fue recuperada en la zona de Barracas, y dicen que era de la época del Virrey Vértiz, Eduardo alentó a las mujeres a proponer temáticas de género, a incursionar en la salud, a ocupar espacios con los títeres: “ir andando entre tensiones generando recursos”.

Con el fin de ilustrar como la cooperativa gestionaba recursos presentó un corto audiovisual en el que grafican el trabajo que desarrollan en los hospitales y escuelas hospitalarias.

Para tener presencia en estos escenarios hospitalarios: “hay que remar” dice Eduardo y hay que lograr un acuerdo entre funcionarios, artistas y profesionales de
la salud para que se comprenda que la intervención artística debe ser “una prescripción médica” como los terapias o los medicamentos.

Asimismo alentó a los realizadores que cada proyecto debe ser nuevo en todo: “todo nuevo, muñecos, escenografía, trastos…todo nuevo” y  animó a escribir porque la dramaturgia de títeres no abunda.

En el transcurso de la charla señaló los diferentes tipo de títeres: de guante, de cono, Bunraku, marionetas de hilo, teatro de sombras… recursos que tienen una larga historia en el teatro de títeres. También mostró algunos muñecos para que los presentes los manipularan .

Eduardo, continuamente estimuló a la producción consciente de las obras, recapacitando sobre esa: “otra forma de contar historias promoviendo derechos de las niñeces” y destacó que: “no necesariamente las obras deben hablar de la problemática de los niños puntualmente… sino que deben hablar de la vida misma… del amor y de la muerte”.

“Hay mucho que hacer” repetía continuamente Eduardo…“Hay mucho que hacer”.

El conversatorio cerro con la explicación de Nerea Poblet sobre los objetivos del proyecto final de sus prácticas profesionalizantes del 3º año de la Tecnicatura en Gestión Cultural del CENT Nº: 11.

A partir de las  17:00 Eduardo inicio el ciclo de funciones narrando el cuento «Siembra un beso», de Amy Krouse Rosenthal y Peter H. Reynolds.  La compañía “Títeres del Bosque” continuó con “El Diablo y el Panadero” de Javier Villafañe y varias obras breves. La artista  Luna del Valle se presentó con Rolo de la Banda 442, contando un cuento del Zorro y del Quirquincho. Vanesa Mansilla de la compañía La Bamba, presentó «Con la Clota» una tarorista que lee las cartas y alinea los chacras. Clota en el despliegue de su espectáculo se vio desbordada por el entusiasmo de los niños, quienes a lo largo del espectáculo fueron probando los límites de su protagonismo, y privilegio, ensayando
una especie de inspección de la materialidad de ese mundo de fantasía que se concretaba en el teatrino así que tironeaban las telas, los banderines que lo adornaban, se metían en el espacio de los titiriteros, metían  la mano en la boca de Rolo y a Clota le agarraban los objetos, le revisaban la valija, probando a fuego la paciencia y capacidad histriónica de Vanesa.

Lo novedoso del encuentro fue la continua e incansable presentación de la compañía Kuna Kakuaá  de Agatha Sandoval con su obra “El Sueño” un espectáculo de Lambe-lambe para un solo espectador, el público hacía cola para ver de qué se trataba.

Cabe destacar la participación del músico  Nahuel Fernández que, en el inicio del encuentro y en el intermedio, mientras se preparaban los montajes de títeres, brindó una serie de canciones acompañándose con su  guitarra.

El Primer Encuentro Provincial de Títeres en Ushuaia cerró con la interpretación del poema de Eduardo Galeano “Un mar de Fueguitos” realizado por el equipo de las organizadoras Nerea Poblet y Paula Cena de la compañía “Títeres del Bosque”, quienes agradecieron el apoyo del CENT Nº11, a las alumnas, alumnos y docentes de la carrera a todos los técnicos del Polo Creativo, al legislador Enmanuel Trentino por su apoyo y a la Secretaría de Cultura de la Provincia de Tierra del Fuego AeIAS.

 

 

 

FUENTE: 1º Encuentro Provincial de Títeres en Ushuaia/ CENT Nº 11.

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.


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