Este miércoles se realizó en el Museo del Fin del Mundo, la charla “Anchí Kaspíx Kulúana Cristina” (“El espíritu de la abuela Cristina”).
A un mes de la partida de Cristina Calderón Harban, el Dpto. de Extensión del Museo del Fin del Mundo invitó a la comunidad en general a participar de la charla que estuvo a cargo de Víctor Vargas Filgueira. A Víctor lo acompañaron, Liliana
“Chispita” Fadul y Alba Joa Chaile.
Víctor se refirió al motivo de la charla, lo que lo movió a realizar este homenaje y sobre la sensación genuina de sentirse hijo de la abuela Cristina, por el trato y la valoración que ella hizo de él y su familia en Ushuaia. Resaltó que los miembros de la Comunidad Yagan en Ushuaia son primos hermanos con la comunidad Yagan de la isla Navarino. Agradeció este vínculo que se tejió entre las dos orillas del Onayaga (Canal de Beagle), gracias a la abuela Cristina.
Víctor presentó a Alba Joa Chaile como la madrina de la Comunidad Indígena Yagan Paiakoala. Alba tiene ascendencia en la comunidad Quilmes Hualfin Likanantai, y su vivencia con la abuela Cristina está
ligada a una experiencia de vida muy sufrida tal como la tuvo la abuela.
Alba explicó cómo, en el nacimiento institucional de la comunidad Yagan, la abuela Cristina actualizó una antigua ceremonia llamada “Los Tres Fuegos”. Víctor hizo referencia a que el fuego, era un medio de comunicación para su pueblo, cuando prendían cuatro fuegos, esos cuatro humos era una señal de duelo, se los convocaba a honrar la muerte de un integrante de la comunidad y los tres fuegos era un llamado a compartir.
La abuela revivió esa ceremonia para que las comunidades de Navarino y Tierra del Fuego se encontraran a compartir y en donde el aprendizaje de los niños y jóvenes no se daba tanto por la palabra, sino por la observación de lo que hacían los mayores.
Alba hizo referencia al aprendizaje del junco, cómo la abuela, amorosamente la introdujo en ese universo del tejido, y cómo hoy ella había ido a playa larga a recoger
un poco de junco, para luego entregarlo a cada participante de la charla como testimonio de la palabra, testimonio de una cultura viva.
La tercera voz que contó de la abuela Cristina, fue la de Liliana “Chispita” Fadul, el lazo entre su familia y la de la abuela, está cimentado en que su papá, Don Alejandro Fadul, es el padrino de la abuela Cristina. Chispita muy emocionada y
agradecida de haber sido invitada al homenaje, contó cómo, cada año, los encuentros familiares dejaban en ella recuerdos imborrables y en su casa regalos que la abuela Cristina traía, hechos por sus propias manos. Mostró como ejemplo una canoa, con una pequeña cesta de juncos, el último regalo que la abuela le había hecho a su padre.
La charla transcurrió con la proyección de fotografías de distintos momentos de Víctor junto a la abuela Cristina y con la necesaria militancia y activismo que la abuela les había enseñado, ya que no temía subirse a un barco para protestar por las salmoneras o sacarse fotos sentada frente a un muro construido por el estado chileno, que la aislaba de sus costas y le impedía el acceso al mar, tan emblemático para su cultura.
La abuela tal vez fue la última hablante fluida del idioma yagan pero nunca se resigno a perderlo y en todo momento su presencia era testimonio de la existencia viva de su pueblo. La herencia de seguir trabajando, queda en manos de las nuevas generaciones, en ese camino se encuentran Víctor, Alba, y tantos descendientes de pueblos originarios que, a través de diferentes prácticas, visibilizan su cultura prehispánica.
El público participó preguntando sobre las fuentes de información vigentes, actualizadas, y el tipo de apoyo que la comunidad yagan recibía de la Secretaría de Cultura. El cierre lo hizo la directora del museo, Natalia Tosello, resaltando que, esta actividad en la que estábamos participando, era fruto de una decisión del Dpto. de Extensión del Museo del Fin del Mundo, que Víctor es empleado del Museo y que contaban con todo el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Provincia.
FUENTE: Museo del Fin del Mundo.
PRODUCCIÓN: La Mirada.
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