Este domingo 23 de septiembre a las 18:30 se realizó el cierre del laboratorio de Teatro de las Oprimidas “Magdalena” en la Cooperativa Renacer. El mismo estuvo coordinado por la militantes del grupo Magdalena de Puerto Madryn. Hablamos con Fernanda Jaimerena, integrante del flamante grupo Magdalena Ushuaia.

“Somos un grupo de personas que nacidas mujeres, algunas personas trans, identificadas como mujer, que creemos que el teatro,… el teatro político es una herramienta de militancia, de lucha y también revolucionaria que apuesta al cambio y a la transformación social”, nos explica Fernanda.

El grupo Magdalena Internacional fue creado por la brasilera Bárbara Santos discípula de Augusto Boal  con su metodología de trabajo del Teatro del Oprimido. Fernanda nos cuenta que  Santos “lo transformó y fue creando sus propias estrategias y su propia metodología, que viene del teatro del oprimido para crear un brazo feminista en la lucha revolucionaria” y amplía que este modo de trabajar la escena: “ tiene que ver con  trabajar continuamente contra las opresiones patriarcales y capitalistas que sufrimos de este lado, que sufrimos las personas autoreferenciadas o nacidas mujeres”.

Magdalena Ushuaia comenzó su formación hace tres meses. Este Laboratorio que llevaron adelante las Curingas (es la persona que facilita y dinamiza procesos de Teatro del Oprimido y de las Oprimidas.) de Puerto Madryn permite conformar y generar procesos de empoderamiento en los grupos que se van conformando a lo largo de la Patagonia y del mundo.

Fernanda nos señala que: “acabamos de terminar y atravesar estos tres días super intensos de mucho trabajo y de mucha reflexión, en donde se combinaron todas las artes… aquí estamos en una permanente búsqueda y también atravesamos momentos de reflexión y de sensibilización con cuestiones que nos atraviesan en nuestras vidas, que tienen que ver con las opresiones padecidas o padecientes aun, y a  eso lo transformamos en una herramienta de lucha”.

Asimismo esperanzada en lo que vendrá Fernanda nos dice que: “vamos a continuar ahora en un espacio puntual, para estructurarnos en el buen sentido de la palabra, para dar continuidad, organización y comenzar un gran proceso en Ushuaia y en TDF como herramienta  de lucha para el feminismo”.

El cierre estuvo enmarcado en la técnica de Teatro-Foro, las participantes pusieron en escena un conflicto que visibilizaba los mandatos sociales sobre la identidad de las mujeres y el rol qué estas deberían cumplir según la mirada de lo patriarcal. Los espectadores inducidos por las Curingas (La palabra “curinga” significa “comodín”, la carta multifuncional que en cada juego puede tener una función distinta.) analizaban las escenas, lo visto, lo que les connotaban y planteaban las posibles resoluciones a ese conflicto manifestado. El juego teatral permitió que los que opinaban se sumaran a la puesta en escena intentando una nueva forma de abordar  los conflictos, de una manera dinámica, divertida, movilizante.

 


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