Situada sobre la costa del Lago Fagnano se encuentra la Bahía El Torito, es uno de los espacios naturales con más bosques nativos de la Provincia de Tierra del Fuego. En enero de 2012 fue víctima de un incendio forestal que acabó con más de las 1100 hectáreas de bosques de la región. El incendio no se produjo de forma natural sino que un grupo de personas no apagó bien una fogata y se generó un caos. El incendio, originado en Paso Beban, una zona ubicada en plena montaña y a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Ushuaia, redujo a cenizas  miles de ejemplares autóctonos, como lengas o coihues, el fuego lo arrasó todo.

Motivados por esta catástrofe:“gente de la comunidad quiso hacer algo por el bosque que se quemó” nos dice Loreto Fernández Génova, que junto a Luciana Mestre, sensibilizadas por el daño producido sobre el paisaje y el ecosistema, crearon  «Soy Parte del Bosque Fueguino».

Loreto explica que: la Asociación Argentina de Guías de Montaña, que es la que lleva a cabo el proyecto, decide generar, junto a la Dirección de Bosques, un proyecto,  simplemente de ir a plantar árboles”.Esto que se genera en el 2012 después del incendio comienza a crecer y “en el 2013 postulamos y ganamos fondos del banco mundial a través de Parques Nacionales, con los fondos D.A.S. que son Desarrollos de Actividades Sustentables, para ir a plantar con la gente, porque consideramos que la comunidad era la que tenía que ir a plantar”.

Así comienza una campaña solidaria que hace tres años ayuda a sustituir los árboles devastados por el fuego “el objetivo del proyecto es plantar 200.000 árboles”señala Loreto… “queríamos poner muchos árboles, pero teníamos como un objetivo principal  crear conciencia en la comunidad de Tierra del Fuego. Aparte de generar el valor turístico, lo que conlleva el ser parte del bosque fueguino, es involucrar a la gente en el espacio. Creemos que si la gente no quiere el espacio, es muy difícil que lo proteja”.

Le preguntamos a Luciana Mestre de qué modo están logrando el objetivo: “lo estamos logrando de un montón de modos. Por un lado con la participación…el proyecto empezó a ejecutarse en el 2014 y desde entonces, con poca intervención en la difusión, empezó a crecer y las personas empezaron  a escribirnos, a llamarnos, a querer participar, los colegios nos convocan para venir con los chicos. Lo que hacemos es, durante la semana, ir con grupos de escuelas y los fines de semana invitamos a voluntarios de la comunidad en general. Yo creo que lo logramos desde ese lado”.

Para el traslado nos cuentan que las instituciones gestionan su transporte y que  los voluntarios  se organizan minimizando el uso de los automóviles, compartiendo  los vehículos, el viaje: “en esta parte del proyecto en especial, es todo una experiencia. Entonces…bueno empezar a minimizar eso también ¿no? el uso del vehículo, hacer nuevas prácticas”.

Les consultamos si también usan especies exóticas y Luciana nos explica que “estamos tratando de recuperar un espacio que ha sido casi prístino antes del incendio, con plantas nativas y hay lengas y güindos, que es de lo que encontramos bancos de plántulas, sacamos de bosques más cercanos…en esta situación no promovemos la plantación de exóticas porque no tiene sentido” y Loreto amplía que: “Es poner en valor lo que significan las nativas, normalmente como venimos con prácticas bastante europeas de poner algo de lo ordinario y lo ordinario es lo más normal, entonces venir y poner un cerezo, algo diferente por poner cosas diferentes”e indica que “de repente, es mucho más trabajo tener una exótica en casa que tener una nativa que crece y no tienes que tener tanto cuidado porque es su medio”.

Refiriéndose a las plantas nativas nos expresan que:“en la ciudad de Ushuaia han sido casi arrasadas, antes había bosque hasta la ciudad, hasta la costa y ¿por qué no seguir teniendo bosques en  la vera de los ríos? … y  ¿para qué poner una exótica si son tan lindas las lenguas y los güindos y tenemos verdes y diferentes colores? ”.

Luciana agrega claramente a lo que dice Loreto: “nosotras pensamos Ushuaia diferente, no pensamos que la ciudad está acá y el bosque está un poco más allá, sino poder integrar estos dos sistemas, y cambiar esta forma de actuar o de relacionarnos con el medio, sino la ciudad va a seguir creciendo y el bosque lo vamos a tener cada vez más lejos”.

«Soy Parte del Bosque Fueguino» tiene como meta llegar a los 200.000 árboles, ya llevan más de 170.000 plantados. Contentas, felices de ir con la comunidad a restaurar el espacio en bahía El Torito, Loreto y Luciana, junto a un grupo de voluntarios comienzan este fin de semana la primera campaña de primavera.

Para mayor información metete en:

https://www.facebook.com/soypartedelbosquefueguino

 


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