sobre los dos concursos que el organismo lanzó en simultáneo para su área y cuya convocatoria permanece abierta hasta el 30 de octubre.
Mariana Bellotto es directora, coreógrafa y performer. Y ahora nueva vocal del Directorio del Fondo Nacional de las Artes (FNA) en el área Danza/Artes Escénicas. No está acostumbrada a los despachos sino a las tablas y las asambleas de artistas. Por eso arranca con una definición fuerte: “Lanzamos un concurso exclusivo de Danza porque hay una deuda pendiente desde las políticas públicas con esta disciplina. Hay un movimiento de danza independiente que tiene poca cabida en las estructuras oficiales pero que es de lo más creativo”.
“Es un proyecto piloto en un año muy particular, en el cual las artes escénicas en general están muy golpeadas. Todos los artistas lo están, pero los que trabajamos con el cuerpo aún más. En general, en otros certámenes, la Danza está acompañada de otras disciplinas, pero lo conversamos con el Directorio del FNA y realmente me acompañaron en esta iniciativa”, subraya.
La convocatoria de los concursos de Proyectos de Obras de Danza y de Dramaturgia del FNA está abierta hasta el 30 de octubre. El de Danza premia proyectos de obra en todas sus líneas (clásica, folclore, moderna, urbana) y todos los formatos (escénico, audiovisual, transmitido vía streaming o mixto) mientras que en el de Dramaturgia se puede presentar una obra inédita para teatro con seudónimo.
“Tanto los proyectos de danza como los guiones teatrales están en un estado embrionario desde donde después van a continuar las exploraciones, la investigación del grupo, el director y los actores o lo bailarines. Nos pareció interesante equipararlos en ese sentido”, afirma.
-¿De qué diagnóstico partieron para lanzar estos concursos?
-La plataforma del FNA arroja datos interesantes y a partir de las Becas Sostener Cultura I y II se expuso la necesidad en al ámbito de la Danza. Aun así hemos conseguido dar 2500 becas, lo que resulta algo extraordinario para el sector. Nunca había sucedido. Ahora estamos trabajando con los movimientos y las asociaciones de diferentes zonas del país para difundir el certamen e impulsar a los artistas en medio de esta crisis a vincularse con la creación en danza.
En Dramaturgia, replicamos un concurso que ya va por su cuarta edición y que ha dado resultados muy sólidos. La única diferencia con respecto a años anteriores es que restringimos a que presenten una sola obra porque nos parece que es importante que los escritores puedan poner en juego su juicio cuando se van a postular. También es interesante dar continuidad a las políticas públicas que funcionan.
-¿Qué consejos le puede dar a los coreógrafos o bailarines más jóvenes a la hora de escribir el proyecto?
-Los más avezados estamos más acostumbrados a escribir porque ese es el puntapié inicial para producir una obra. En cambio los más jóvenes están un poco temerosos de cómo hacer esa transcripción del movimiento en el estudio al papel. Creo que en este momento en el que estamos guardados, en donde tenemos charlas vía plataformas, lo que les propongo es que se junten con sus grupos por internet, que escriban algunas palabras e ideas y que luego las unan. Que si no tienen cancha para escribir se asocien con artistas de otras disciplinas y que así como en el ensayo en el estudio nos animamos a mostrar lo que está verde con el vestuarista, el iluminador, el músico, lo hagamos también con el proyecto.
Aunque no es obligatorio pueden incluir un plan de gastos general, una descripción de las etapas de cómo se va a desarrollar el proyecto en 2021. Se puede también sumar referencias de algunos artistas que los inspiran para ayudar a la comprensión de la idea que escribieron. También videos cortos aunque estén filmados con el celular para que evalúe el jurado, que está compuesto por Edgardo Mercado, Alejandro Cervera, Adriana Barenstein, Ana Garat y Glenda Casaretto. Son todos artistas de mente muy abierta que saben encontrar la gema.
Sobre todo, arengo a que escribamos, a que no seamos tan compartimentados. Cuando los bailarines hablamos de que el cuerpo es un todo, hay que darle lugar también al pensamiento. De lo contrario la danza queda en un lugar a veces primario, vulgarizado, de show. No digo que esté mal, pero para que la obra tenga una entidad de arte hay otras cosas que se ponen en juego. Nuestro objetivo es impulsar proyectos desde su nacimiento para que vean la luz.
-En un momento social tan particular, ¿qué expectativas tiene sobre las obras que se presenten?
-No tengo aspiraciones en ese sentido. Seguro recibiremos un abanico muy abierto. Los bailarines hemos sufrido una detención, un atrapamiento, de nuestros cuerpos, de nuestros movimientos muy fuerte. Y eso produce cambios en el pensamiento. Espero que haya reflexiones sobre la pandemia, el cuidado del cuerpo, de la naturaleza. Pero sobre todo me gustaría que escriban con audacia. Cuando pedimos proyectos de obra, también estamos diciendo que nos interesa la reflexión artística de cada uno.
-En su carrera recibió el apoyo del FNA. ¿Qué rol piensa que tuvo históricamente en su disciplina y cuál le gustaría que fuera a partir de ahora?
-La primera beca del FNA que gané fue el principio de otra cosa. Fue la sensación de sentir que alguien me estaba respaldando. Creemos que eso es algo hermoso que el FNA tiene que sostener.
Buscar la excelencia es algo muy relevante también, pero la idea primera es incluir. Ampliar la llegada.
Este concurso es como un plan piloto, por lo tanto seguramente habrá muchas aristas para perfeccionar. Aprovechamos que era nuevo e hicimos sinergia con esa idea de concurso regional que impulsó Mariana Enriquez para el de Letras. Tuvo bastante reacción y fue sumamente exitoso: recibió 2300 textos de todas las provincias argentinas. Y permitió regionalizar los premios de una manera más justa.
Las bases y el reglamento del Concurso de Proyectos de Obra de Danza y Dramaturgia pueden consultarse aquí.
FUENTE: Ministerio de Cultura de la Nación.
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