Cuando pensamos en los hombres y en las mujeres en este momento de crisis, no podemos dejar de pensar en sus condiciones concretas de existencia: Un hábitat, un espacio, una organización social determinada, una organización familiar determinada, una modalidad de producir inmersos en una cultura.
Podríamos preguntarnos qué nos iguala a todos y a cada uno de los habitantes de esta isla, la respuesta es simple, sin complicaciones sociológicas, ni etnográficas, nos iguala nuestra condición de seres vivos y por consecuencia seres de necesidades en un intercambio permanente con el medio.
¿Cómo hemos resuelto los seres humanos satisfacer nuestras necesidades? La hemos resuelto en un intercambio con la naturaleza y entre los seres humanos a través de la producción en el trabajo.
¿Qué nos constituye?… nos constituye la familia en la que hemos nacido, la familia que podemos conformar nosotros, el diario o la revista que leemos, los programas de televisión, la radio, el cine, el teatro, el tipo de comida que cocinamos, el tipo de casas que habitamos, las alternativas de la moda, los medios de transporte, la economía, el deporte, el arte que nos emociona, el tipo de relaciones sexuales que mantenemos…toda esa cotidianeidad nos constituye como seres humanos, seres vivos, seres de necesidades.
Cuando desde la Red Fueguina por la Cultura un puñado de trabajadores del campo cultural salen a reclamar una ley de emergencia cultural y ponen sobre la mesa de discusión política, social y económica la carencia de políticas claras y profundas del desarrollo cultural, también develan una cotidianeidad de las culturas en Tierra del Fuego que ha ido construyendo un mercado informal donde los trabajadores han tenido que salir a trabajar de otra cosa porque, como dice el dicho popular: “del arte no se vive”, o el proclamado por muchos: “esto para mi es un hobby”.
En este proceso de militancia para que la declaración de Emergencia Cultural sea ley, uno de los caminos necesario es el relevamiento de los trabajadores. Desde la Red se impulsa el Censo Provincial y este censo es apoyado por los diferentes sectores de la cultura incluido el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia. El Censo dará una estadística que permitirá dimensionar los estragos de la pandemia en el sector cultural pero, fundamentalmente dará información necesaria y precisa para pensar y desarrollar acciones que transformen profundamente la producción cultural de la provincia.
Tal vez en los tiempos de bonanza de la Isla, cuando se tiraba manteca al techo, muchos trabajadores de la cultura encontraron otros trabajos mejores pagos y hoy sienten que no pertenecen a este grupo que cree que ha llegado un tiempo precioso para trabajar para que lo cultural encuentre un territorio de desarrollo profesional. Tal vez muchos no sientan la necesidad de censarse porque tienen sus necesidades satisfechas pero hay que hacerlo, hay que tener datos claros y precisos de cómo se conforma nuestro campo de trabajo.
Desde la Red se trabaja para que las soluciones, aunque necesariamente requieren inmediatez, se busquen soluciones de fondo y se piense en la creación de políticas de estado para el desarrollo del campo cultural. Ahí radica la necesidad que todos los trabajadores completen el Censo. Desde la secretaría de Cultura Provincial se implementará una plataforma digital de actualización continua, en el mientras tanto, durante este mes todos hagamos el Censo y demos información que sean herramientas valiosas para el futuro que queremos construir.
Cuando este puñado de trabajadores de la Cultura sale al ruedo con este reclamo también se están exponiendo como realizadores, como creadores, como gestores, como técnicos y también como artistas. Se están exponiendo porque el deterioro de lo cultural no es culpa de la pandemia y sí, todos hemos sido responsables, cada uno a su medida del abandono, por lo tanto somos responsables que esto cambie y no será salvándose cada uno como pueda.
Al pensarnos en esta crisis, pensamos en nuestras condiciones concretas de existencia, en nuestras necesidades inmediatas, pero también en nuestras profundas necesidades como comunidad.
Desde la Red Fueguina por la Cultura se reclama que la Emergencia Cultural sea ley, una ley que brinde recursos para satisfacer necesidades, para dar soluciones de sentido a través de todas las disciplinas y entender que la cultura debe dar soluciones de vida, como lo está haciendo concretamente en estos tiempos de pandemia, en donde la salud mental, la salud emocional esta respaldada por la lectura, por las películas, por todo lo que ha sido producción cultural, por todo el trabajo de mucha gente que hoy no lo puede hacer. Y en esta comunidad donde las condiciones reales de existencia están atravesadas por la insularidad, la distancia, el aislamiento territorial y muchas veces la intemperie emocional, satisfacer las necesidades básicas requieren de medidas urgente.
Los trabajadores de la cultura sabemos que la cultura es una usina de energía humana que detona nuestros sueños, y nos brinda sentido… no se puede vivir sin cultura, no se puede vivir sin un sentido profundo de existencia.
PRODUCCIÓN: La Mirada.
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