Cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Afrodescendientes, también conocido como Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora.
El 25 de julio de 1992, mujeres negras de 32 países de América Latina y el Caribe se reunieron en República Dominicana para hacer visibles las luchas y resistencias de las mujeres afro y definir estrategias de incidencia política, para enfrentar el racismo desde una perspectiva de género. A raíz de ese encuentro, se instituyó el 25 de julio como Día Internacional de las Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.
En 2015 se creó en la Argentina, la Comisión Organizadora del 8 de Noviembre a partir de la sanción de la Ley N.° 26.852, que declara el Día Nacional de las y los Afroargentinos y de la Cultura Afro, en conmemoración a una mujer afro que participó de las luchas por la Independencia, Madre de la Patria y Capitana del ejército argentino, María Remedios del Valle.
Las mujeres y disidencias de la comunidad siguen luchando por el reconocimiento del derecho a la igualdad y la no discriminación. Recuperar las memorias y la historia de la comunidad y, particularmente, de las luchas de las mujeres afro como parte de la identidad argentina, continúa siendo un tema central en la agenda de la cultura y las políticas públicas, para contribuir a la eliminación del racismo, la discriminación, la exclusión y la invisibilización que aún padece la población afro.
Así soy, mujer afro
Con motivo de conmemorar este día, el Ministerio de Cultura de la Nación -y en articulación con otras organizaciones- crea Así soy, mujer afro: un video-danza para difundir y reconocer las luchas de las mujeres afro y reflexionar sobre la construcción de una sociedad más inclusiva que valore la diversidad como un aporte a la cultura nacional. Se realizó a través de una experiencia de laboratorio artístico, del que participaron bailarinas, músicas y el Colectivo Artístico de Mujeres Afrofeministas Kulily. La conexión entre la danza, la música y el video se generó desde de la búsqueda interna de cada artista, con una estética que prioriza lo sutil y armónico, para transmitir el conflicto, el dolor de las mujeres afrodescendientes, que fueron y son víctimas de estereotipos y pensamientos segregacionistas de la cultura hegemónica vigente. Ese reconocimiento individual da lugar al encuentro con otras mujeres, y la unidad se comienza a percibir en la solidaridad y la fuerza para luchar y trabajar en la construcción de esa anhelada sociedad inclusiva que valore la diversidad de sus integrantes.
El video fue filmado en el edificio de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos del Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex Esma). La realización, dirección, producción y musicalización del corto audiovisual estuvo a cargo de un equipo de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, encabezado por Emanuel Ntaka y compuesto por Pablo A. Varela y Mónica Arruga. Además, se contó con el apoyo de ENERC, la Municipalidad de Chilecito, y la participación de las bailarinas, artistas y músicas Afro: Isadora Zerbini, Yosy Machado, Alma Velásquez Huichulef, María de los Milagros Torrecilla, Ayelén Milagros Guevara, Alma Velásquez Huichulef, Lina Lasso, Julia Cohen Ribeiro, Daniela Galvis Restrepo, Karla Martinez Ríos, Yulieth Congolino, Kenia Pinto, Natalia Inés Juanario, Sofía Barra, Oxana, Sol Ramos y Vaneza San Martín.
La pieza consta de tres actos: Identidad-Hegemonía-Sororidad, a partir de un guion coreográfico, una maqueta sonora y poemas de mujeres afrodescendientes:
Identidad, de Lina Lasso
Así soy.
Este es mi pelo. Esta es mi voz. Y así es como me muevo. De dónde soy? Me preguntan.
Soy de todo lo que hay en mí que no es simple.
Soy de donde son quienes alumbran el reflejo debajo de mis ojos. Soy de donde es mi
lengua que no es una. Y de donde mis labios imitan los colores de las frutas. He nacido de
la semilla que se escondió en el tejido de las trenzas y dio fruto libertad. Hicimos de este
mundo un jardín de resistencia.
Soy el Quilombo
Soy el Palenque
Soy el Cumbé
Soy toda mi hermana igual a mí con la que crucé la mirada
Soy todo lo que hay en mi que no es simple
Este es mi pelo
Esta es mi voz
Hegemonía, de Maya Angelou
Y aún así me levanto.
Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo… me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Por qué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa…
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
Manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto
Sororidad, de Julia Cohen Ribeiro
Desde siempre la gente se exprime a sí misma y a otres en busca de poder
Siempre hay alguna brecha que acerca el ser humano un poco más a esa nada brillante
Hoy descubrí que el poder llega a une a través de les otres
En el encuentro entre semejantes, hay poder
En poder vernos de maneras insospechadas en los espejos de otros ojos
En la liberación de energía reprimida que se suelta en el choque de la mirada que la
reconoce
Veía que llegaban
No las esperaba
Formamos un grupo humano cuya piel reflejaba fuerza y belleza
Escuché timbres de risas de distintos acentos
Uñas, manos, brazos, dientes, pelos
Desde todos los ángulos, belleza
En cada escena, sororidad y fuerza envueltas en telas teñidas de los mil colores de la tierra
Éramos desconocidas lejos de ser extrañas
La ciudad nos perdía y en ella nos encontramos
Y nos multiplicamos por dentro
Transformando dolor en poder
FUENTE: Ministerio de Cultura de la Nación.
¡Comentá! ¡Escribinos!
Debes estar conectado para dejar un comentario.