«Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.

Viajaron al sur.

Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.

Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:

—¡Ayúdame a mirar!»

La función del Arte/1, Eduardo Galeano

 

Al escritor Luis Comis, hace un tiempo, se le ocurrió una muy buena idea, realizar un “Café Literario”. En ese espacio, como le gusta decir a él: “es un espacio de resistencia”y además  “ un lugar de encuentro, para conocernos, mirarnos y llorar”.

Luis ha recibido el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Ushuaia para montar los Cafés en diferentes espacios, como fue en su momento la Antigua Casa Beban, y en esta oportunidad el Museo de la Ciudad en la Antigua Casa Pena.

No es simple homenajear a Galeano, Luis explica los pormenores de la organización y el apoyo de los alumnos del curso “Organizadores de Eventos” que se dicta cada cuatro meses en la escuela Nº3, mientras espera que llegue Gustavo Viera.

Gustavo, dijo que llegaba a las siete y travesó la puerta del museo de la ciudad a las 18:59…todos creían que estaba escondido afuera esperando que se haga la hora. Contó de sus narraciones en las escuelas y de cómo entre cuentos y relatos de animales “les mando un Galeano” dice Gustavo y ríe. Se ríe como si el mandarle un Galeano sea una de las picardías más grande que tiene.  Rápidamente introduce al público en el universo Galeano a través de un “Un mar de fueguitos”,sigue con pequeños relatos y juega dividiendo el público en dos sectores, a su derecha y a su izquierda, sin claras connotaciones ideológicas sino para repetir un fragmento del “Libro de los Abrazos”que él dicta, de un lado o del otro del público o a coro.

Eduardo Ríos,  pasa al frente y lee dos testimonios de uno  de los libros más poderosos de Eduardo Galeno “Las venas abiertas de América Latina ”.

Como cierre del encuentro el actor Manuel López, es un lustrabotas uruguayo en el exilio, pedazos de textos de Galeano construyen el relato de López, un relato cargado de nostalgia, de esa nostalgia de los que nunca han podido volver.

Luis Comis no quiere hacer un cierre “estos lugares deben permanecer abiertos” dice mientras invita al público a quedarse y compartir un café con torta.

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.

 

 

 


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