Franco Andrada es fueguino, hijo de un santiagueño y una entrerriana. A los cuatro años incursionó en el folklore como bailarín con el profesor Plutarco Schaller. De bailarín a bombisto, de percusionista a guitarrero y cantor, y hace un tiempo viene empujando en la gestión cultural produciendo peñas y encuentros entre los músicos fueguinos.

Este Sábado 13 de abril, en el Centro Cultural Esther Fadul de la ciudad de Ushuaia realizaron la primera edición de “El Fogón”. Y este sábado 20 de abril en el Pool de San Martín y Patagonia, organizan una Micro peña y se presenta el grupo de música andina “Sur Andino”.

Agradecido a Gimena Contreras quien maneja su Fans Page y “que se puso la camiseta con el evento y no es la primera vez”dice Franco refiriéndose a la producción de El Fogón, “el sábado teníamos miedo. Teníamos un poco de miedo porque las entradas anticipadas estaban muy flojas…Hasta que nos dimos cuenta en el evento donde fuimos a ver a los nocheros, ahí nos dimos cuenta que nombramos el fogón con Marcelo y la gente empezó a aplaudir a gritar como que estaban esperando eso. Ahí nos dimos cuenta que era posible que funcionara”.

A partir de las ocho de la noche la gente comenzó a entrar al Fadul y eran las tres de la mañana y seguía lleno: “subía un cantante a cantar una chacarera o una zamba, y había cincuenta parejas de baile. Bailaban espontáneamente, necesitaban bailar” nos comenta Franco satisfecho de la participación del público y los músicos.

“Hicimos una fusión con río grande muy linda , de hecho vino gente a mirar el espectáculo desde Río Grande”.

Participaron el Grupo de Danzas Andanzas, la Banda Desvelos, Aldana Guerrero, Eduardo castaño, la locución del Riograndense Pablo Vallina. De Ushuaia participó Ramiro Portillo, Danai Núñez, Folklore en zapatillas. “Entonces es como se fusionaron los números y fue algo totalmente diferente gente que no están acostumbrada a ver, por ejemplo, un ballet de Río Grande, si no es en la Noche más Larga es raro que veas un ballet o cosas de otra ciudad”dice Franco motivado por la idea de hacer siempre algo por la gente aunque él no salga beneficiado.

Le preguntamos que lo motiva a este trabajo de gestión: “no me gusta quedarme quieto con las cosas culturales. Siempre estoy fomentando algo, siempre estoy en movimiento porque creo que la llama se tiene que mantener viva y creo que el fogón tiene que ver un poco con eso. Más que peña era un encuentro, era algo nuevo, no era una peña común, normal, de las que se hacen en Ushuaia, de hecho contábamos con un sonido adecuado para el lugar, pantalla de LED, donde  se transmitían imágenes en vivo y también fotografías, era algo con un poco más de producción, contábamos con prensa. A cada número se le hizo una nota en el lugar. Fue algo diferente a una peña común gestionada por privados”.

En este universo de la producción Franco comparte que: “También laburo en conjunto con Jonatán Ramos y Melisa Renko que tienen Folklore en Zapatillas y Rebelión Malambo, con ellos trabajamos en conjunto y siempre que está uno está el otro. Por una cosa de aportar y de empujar siempre para adelante”.

Jonatán y Melisa están gestionando la venida del campeón de Malambo en Laborde para dar unas asistencias técnicas, de manera que el buffet de las peñas están a cargo de ellos para el Ballet ya que: “les pagan el pasaje la estadía y los chicos que no tienen recursos no tienen que aportar y pueden disfrutar igual. Todo eso gracias a este evento”

Franco comienza a contarnos de sus planes, del trabajo que empezó hace dos años para editar su disco y que :“con la situación económica del país, que no es la mejor, se van intentando hacer alternativas, buscando economizar el disco para que pueda salir”. En un principio comenzó el trabajo con el Mono Banegas, “él justo salió ganador del Gardel con uno de sus álbumes “Reminiscencias” y se le torno un poco más movida su agenda y cuesta un poquito más continuar de parte de él y de parte nuestra porque los números cambiaron. Mientras tanto uno sigue generando este tipo de movidas”.

Franco nos cuenta que: “Soy fueguino, mi papá es de Santiago del estero, mi familia mayoritaria es de ahí y mi mamá de Entre Ríos. Así que como todo fueguino que tienen sus padres uno de un lado, el otro de otro, somos todos de algún lado diferente” y confiesa  “Yo tengo mi alma en Ushuaia y mi corazón en Santiago del Estero…Alguno me pregunta por el acento que no es normal, como todo fueguinito, que hablan raro. Tienen el acento cruzado…los cordobeses, a los norteños normalmente el acento se les pega porque hablan así en su casa, conviven y copian… Mi hijo no es de Santiago del estero pero hay momentos que habla igual que un santiagueño…se les pega el acento como nada…¡has visto!…¡que haces!”.

La charla sobre el habla en un país tan grande y rico como el nuestro amerita un capitulo aparte ya que es un llamado de atención sobre esa riqueza expresivas que tenemos y que nos entrama como argentinos.

“Lo de la música viene desde muy chico” nos plantea y amplia que: “siempre tuvimos raíces folklóricas por el lado de mi papá que no era músico pero que eran estos típicos guitarreros. Mi papá es del campo y era mucho de salir a guitarrear a andar haciendo serenatas… me contaba que llegaban a esos puestos en medio del campo y se encontraban con los viejos de antes, que llegabas con la guitarreada y ya te estaban carneando algún  animal para festejar el encuentro y compartir un vino o lo que sea. Y así andaban de puesto en puesto y uno se fue criando un poco con esas historias encima y eso también a uno lo refleja”.

Sobre su desarrollo artístico nos cuenta que: “Tengo 32 años empecé bailando a los cuatro hasta los once años. Normalmente todos los bailarines tienen una tendencia a ser percusionistas porque generan malambo. El profesor normalmente lleva un bombo les hace el malambo los chicos tienen incorporado el ritmo por el zapateo, entonces cuando agarran un bombo lo pueden ejecutar, así empecé con el bombo”.

“Mi viejo tiene una guitarra y me la escondía, porque era muy chico y muy Jana”confiesa Franco, y explica que: “Jana se le dice en el norte a una persona muy inquieta, la Jana es  el pelito, la espinita de la tuna, que cuando vos la tocás se te mete y no la ves, pero es molesta, la tocas y molesta. Jana se le dice a los chicos cuando son muy molestos e inquietos. Yo era así desde chico. Acá el muchacho también”  – dice por su primo que comparte la charla – “Mi viejo me la escondía para que no le rompiera la guitarra que tenía para guitarrear con los amigos, tenía bombo y guitarra, entonces cuando el no me veía le sacaba la guitarra y me escondía. Rasguear, el rasguido me salía pero no sabia ni una nota”.

A los once años debuta como músico en Malargüe, Mendoza en la formación de Cantoral Fueguino : “en ese tiempo estaba integrado por Pedro Coria, Alberto Gómez, Chely Espinosa, Facundo Gómez y no recuerdo si había otro más, acompañaba Eliana Pérez que era otra cantante de acá, que era más o menos de la misma edad mía y desde chiquita estaba cantando y yo la acompañaba con la percusión”.

Franco nos cuenta que empieza a interesarse por lo musical y : “Un día mi viejo trae al Grupo los Altamirano, hizo una peña mi viejo, me acuerdo con Chely Espinosa, y no tenían números locales, así que viene y me pregunta: Che no te animas a cantar… Vamo…yo me prendo…vamo. Me acuerdo que me acompañó Chicho Montoya…Pedro Coria y yo me hacia base, la base de la guitarra. Ahí fue mi primer debut en el año 2000, como cantante, habré tenido 13, 14 años si no me equivoco. De ahí ya me perfilé para cantar, fueron pasando muchas etapas”.

Le preguntamos como siente el desarrollo musical, el camino profesional: “Como quien diría Jugando, porque uno creo que se trata de que todo comienza como un juego, en algún momento hay como un quiebre que uno busca la profesionalidad pero siempre fue como disfrutando lo que uno hace jugando, descubriendo cosas nuevas. En este caso fueron a los 14 años que me lance a cantar a experimentar otras cosas nuevas que eran tocar la guitarra, hacer una nota cantar y  en esa época fueron un furor las peñas, empezaron a haber peñas, peñas, peñas y bueno era figurita repetida en todas y así me fui haciendo”.

Con el tiempo también conformó el Dúo “Turay” con su primo Leandro Andrada, las elecciones de la vida los separaron y “seguí cantando solo, por el camino del folklore, por peñas por festivales”.

Sobre el trabajo en lo musical y sus sueños nos plantea que: “La verdad…soñar es lindo soñar… pero tengo claro en la situación que estamos donde estoy, estoy en Ushuaia, en el fin del mundo. Puede jugarte  a favor o puede jugarte en contra, porque estamos tan lejos del resto en donde se mueve todo, realmente Díos atiende en Buenos Aires”.

“Yo estuve en Buenos Aires, haciendo cosas, giritas con Jana Banegas, haciendo Peñas, y conociendo la movida que es en Buenos Aires, y en como se manejan y la verdad que estamos muy lejos de eso, estamos muy lejos”…“No digo que trabajo mal trabajo bien, realmente me genera un ingreso trabajar de esto. Trabajo en el tribunal de cuentas de la provincia y también tengo este trabajo que es la música y la verdad que en estos últimos tiempos me están dando un avance económico mejor a otros tiempos” nos revela y señala que: “La verdad que en Buenos Aires, es mucho más peleado. Hay tanta cantidad de músicos, hay tanta calidad que ir a remarla allá es difícil y estando acá en el fondo estás muy lejos para estar en la competencia”.

Sobre la competencia manifiesta que: “Yo no estoy de acuerdo  en competir, una sola vez competí en un concurso para la televisión, no me fue mal, fue una experiencia diferente pero decidí nunca más competir prefiero compartir con las personas, compartir la música, de hecho para mi la música es compartir, pero también reconozco que la competencia genera la superación, superarse uno de lo que viene haciendo a encontrarse con algo superior y pode incentivarte a crecer, creo que la competencia lo genera. Y el compartir también en cierta manera, compartís música, aprendés de otro entonces, yo elegí la vía del compartir con los músicos con amigos, momentos canciones. Yo canto muchas canciones de amigos conocidos, y también temas del cancionero popular”.

“Tengo canciones mías que creo que no están maduras, creo que la faceta poética en mi no estaría en este momento desarrollada” nos comparte Franco y afirma: “ Me encantaría poder cantar mis cosas, pero creo que no es el momento. Creo que el momento Dios dirá y cuando eso pase no voy a dudar en poner mis fichas en mis canciones en lo que uno siempre anheló hacer”.

Sobre sus raíces musicales santiagueñas en contraposición a las entrerrianas expresa:“creo que a mi mamá le debe doler que tenga más mi tendencia santiagueña, pero sí escucho chámame, me gustan las chamarritas, no las ejecuto como la podría hacer un entrerriano, pero me confunden con lo santiagueño porque es algo que lo hago mejor, es más fluido”.Franco claramente se siente atravesado por esa cultura poética santiagueña y lo expresa: “Santiago no tiene nada, no tiene paisaje, es agreste, es cantarle al monte, añorar el campo, le pueden cantar a la espina del quimil, es como cantarle acá a la espina del calafate, se rebusca mucho de sacar una poesía de cosas increíbles como decir añoro el polvaderal …una cosa rara que sólo estando en Santiago lo podés llegar a entender, a esas personas que vienen de ahí y el santiagueño logra transmitir eso a las personas, a la gente que escucha”.

Tecnológico, inalámbrico, atento a los sistemas de monitoreos de algún modo los jóvenes folkloristas fueguinos se destacan de los más tradicionales pero Franco nos aclara que: “Nosotros venimos de eso. Lo que se construye es lo que nosotros mamamos de generaciones anteriores de verlo tocar al Negro Leiva en una peña. Recuerdo cuando tenía el Rancho Argentino e ido a caer una que otra vez, vivía en Misky Mayu. En la adolescencia había una peña que se llamaba Misky Mayu yo no iba a lo que hace cualquier adolescente, al boliche o a una matiné, salir con los compañeros. Mis amigos eran toda gente de la edad de mi papá, son todos los folkloristas y creo que lo mismo le pasó a Danai, es como que venimos de esa semilla que se fue puliendo con esto de la tecnología, pero prácticamente es el mismo linaje, venimos de ahí de esas juntadas y que muchos compañeros míos creo que les pasa lo mismo”.

Franco entra en largo pasillo del recuerdo que lo perfila y lo termina definiendo entre los jóvenes Folkloristas: “Jony (Jonatán Ramos),  yo me acuerdo patente de la abuela de él, Ana María Alvarengo, que tiene un programa de radio y yo me cruzaba los domingos a los programa de Ana María,  al medio día cuando mi viejo hacia el asado. Todo esos recuerdos de cruzarme a la radio, porque vivía enfrente de la radio y estaba todo el día en la radio. Veía los programas, estaba con uno, pasaba otro locutor y seguía estando ahí, estaba Cacho Paredes, andaba  de radio en radio siempre con gente más grande, entonces fui absorbiendo todo eso y creo que es lo que hoy nos refleja  a través de los años que pasan”.

“Creo que viene esa gente y  se encuentra que somos ellos hoy. Ellos siempre hicieron cosas para la cultura. El Negro Leiva nunca dejo de trabajar para la cultura, siempre estuvo presente, me acuerdo de Pablo Rodríguez cuando tuvo su programa de radio en Radio Nacional, Norma Noguera, todavía tengo los diarios, de cuando era chico y tenia la Voz Fueguina. Tengo todos los recortes”.

Le preguntamos si se siente heredero de esta gente, de los antiguos folkloristas: “No se si heredero pero si consecuente con lo que ellos dejaron…se dio así y somos lo que quedamos, no se si me siento heredero de lo que ellos han hecho porque seguimos sumando a eso y seguimos trabajando en base a eso. Norma Noguera nunca dejó de trabajar. De hecho Norma Noguera estaba en la peña el fin de semana.  Así que es una satisfacción  de ver esa gente que no dan un paso al costado sino que nos siguen acompañando, siguen estando presente y uno recuerda esos momentos vividos que he tenido con ellos y los revivo desde otra perspectiva esta vez uno siendo el protagonista y  ellos acompañándote. Por eso digo que no se si me siento un heredero pero si un responsable de continuar con la llama encendida de que esto no se apaga, somos otros los protagonistas pero gracias a ellos. Porque nos han mimado desde muy chicos al dejarnos compartir con ellos, estar entre medios de esas guitarras, de los bombos, de las juntadas, eso tiene mucho que ver”.

Podemos etiquetar a Franco como guitarrero, cantor, gestor cultural, productor, y como cierre de la charla le preguntamos porque elige la música y que es para él la música: “ para mi es un sentimiento…Es la conexión entre todos los sentidos que existen, creo que la música mueve todo, se generan cosas muy bonitas cuando hay música de por medio siempre, a las masas las mueve la música…para mi todo tiene un ritmo, la vida tiene un ritmo, cada día me levanto con una melodía, cantando, y eso te alegra el alma, todo cambia cuando hay música de por medio”.

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.

 


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