El Grupo Sin Anestesia de Río Gallegos presentó su obra “Silencio Ficticio”. Andrés Fernández Cabral es el autor y el intérprete de la obra. Una obra basada en hechos reales, basada en la experiencia propia y en más de 300 cartas que Andrés trajo con él desde Malvinas. Una obra que surge como un intento de dejar un testimonio y como casi un mandato de la terapeuta de Andrés cuando él le dijo que no quería analizar su vida sino ver la posibilidad de escribir una obra de 
teatro y la psicóloga le dijo: “¡Debe escribir la obra!”.
Andrés, en una puesta que se basa en el concepto de Teatro Leído, lleva al público íntimamente a los relatos que le permiten hablar y no quebrarse en el llanto. Todas son historias verídicas, con las pinceladas de ficción que el teatro requiere. No es la obra completa coescrita con Julio Cardozo en respuesta a una convocatoria de becas del fondo Nacional de las Artes, sino pequeños fragmentos. “Tal vez algún día la haga un actor”dice Andrés en referencia a su propio texto que en algunos pasajes se le torna difícil de expresar porque le gana la emoción, las lágrimas, el nudo en la garganta de un muchacho que con 21 años después de haber pedido prórroga por estudio tuvo que si o si hacer el servicio militar e internarse en esa noche oscura de las islas haciendo guardias de ocho horas y viendo como esa experiencia “casi de un viaje de egresados”se le desgarraba con los cuerpos de los heridos después del primer bombardeo.
Lo han declarado ciudadano Ilustre de Río Gallegos y el temía que se le repita la historia del servicio militar “a ver soldado lustre acá el piso, y lustre acá las botas y lustre el baño…y lustre…y lustre…y lustre”con un maravilloso humor , este actor que se caracteriza por hacer humor, cuenta algunas historias dramáticas que, nadie que vivió Malvinas queda al margen y sin conmoverse.
La obra dirigida por Nictza Güemez cuenta de Guillermo Soto un veterano de guerra que transita por las calles contando sus historias, esto lo hace para sentirse útil, acompañado y sobre todo para que lo escuchen. Pero hablar con alguien es mejor que hablar solo. Así que siempre anda por ahí entrando en conversaciones con la gente. Sus bolsillos están llenos de cosas. En su pecho lleva prendidas sus condecoraciones. Del cuello cuelga el rosario que llevó a la guerra.
Después de la presentación Andrés se sentó a dialogar con el público y el veterano, el héroe de guerra cobra otra dimensión. Cobra la dimensión humana de un hombre que se refugió en el teatro como “una herramienta que me permitió cargar la mochila que todo excombatiente lleva sobre sus espaldas”y que: “La guerra duro algunos días…pero la post guerra lleva 37 años y al día de hoy llevamos más de 500 suicidios”.
La oscuridad de las islas estaban habitadas por los miedos reales y por los imaginarios, pero también por la presencia de los seres queridos. “Teníamos tres pares de medias”cuenta Andrés y el consejo de los superiores en evitar el congelamiento de los pies.“Ese día era el cumpleaños de mi madre, 22 de mayo, pido mandar un telegrama para saludarla por su cumpleaños, y mientras me masajeo los pies, en la oscuridad absoluta me pongo el último par de medias blancas, me recuesto sin los borceguíes y le pido al cielo que mi vieja sepa que estoy bien…que algo…alguien le haga sentir que estoy vivo. Con el tiempo cuando volví a casa recordé lo del telegrama con mi madre y que yo quería que ella sepa que estaba bien y ella me dice: Claro que sabía que estabas bien…me lo dijiste vos…ahí cuando te paraste en la ventana…como no me voy a acordar si tenías los pies blancos”Todos lloramos.
Andrés tomó la decisión de vida de irse a vivir a un lugar que el paisaje le recordara Malvinas, llegó a Río Gallegos pidiendo un traslado en ENTEL. Pedido que realizó después de tratar por muchos medios y por consejo del portero del edificio central de ENTEL, en un minuto, en un ascensor a María Júlia Alzogaray. Ese pedido terminó favoreciendo casi a 250 excombatientes que pudieron volver a trabajar a sus pueblos”. Andrés llegó a Gallegos con la triste experiencia que en el primer desfile en Buenos Aires la gente los insultó y los escupió. Ya no quería saber nada de los desfiles, sus compañeras de ENTEL lo convencieron que participara del desfile del 2 de abril. Todavía los excombatientes no desfilaban como excombatientes se mezclaban con otras instituciones militares. Su primer 2 de abril en Gallegos desfilaron sólo dos personas como excombatientes, al final del desfile después de todas las escuelas e instituciones “La locutora dijo: se presentan en este desfile nuestros Héroes de Malvinas…terminó el desfile y la gente nos abrazaba, nos felicitaba…Dios no sólo me dio un paisaje sino un pueblo”
“Silencio Ficticio”es una obra de teatro que brinda un espacio de reflexión y de continuo reclamo por nuestra soberanía sobre Malvinas, sin golpes bajos.
Andrés como la mayoría de los excombatientes tiene aprendido en su cuerpo que los que quedaron en Malvinas son mártires y que ellos, los que aun siguen vivos, aun en el camino, son héroes.
PRODUCCIÓN: La Mirada.
