La historia del genocidio de los pueblos originarios de Tierra del Fuego ha calado profundo en los artistas. Cada una de las obras de algún modo reflejan ese dolor y sufrimiento de nuestros ancestros y de algún modo rinden tributo u homenaje a tanta resiliencia que consciente o inconscientemente habita nuestros cuerpos modernos.
En el muro ubicado al lado del edificio municipal, en calle Martín Coronado, Jorge Iasich y Alejandro ABT trabajan y muestran el “Recuerdo de un pasado”. Alejandro cuenta que la foto en la que se inspira es de: “un viejo…bueno ya no existe, es un Ona domesticado…civilizado, está mirando su rancho, y recordando sus ancestros”, Jorge nos señala que: “del otro lado vemos la imagen de unas mujeres y bueno…un selk´nam con uno de sus críos…también con sus cueritos”. Ellos lo señalan con simpleza pero la imagen arrastra a pensarnos en nuestros modos de progreso moderno. Al lado de ellos pintan Candela Fernández Arias que es fueguina y Adrián Nicoletti de Necochea. Ellos nos cuentan que están pensando el nombre junto a Víctor Vargas que es un referente de la comunidad yagán en Tierra del Fuego, y manifiestan que: “queremos contar con el mural la historia de este lugar”. De lo que han investigado en los registros y testimonios dicen que: “ nos interesa hablar del genocidio selk´nam que hubo de parte de los estancieros de acá y del Estado Argentino”. Señalan que con sus imágenes. “Hablamos de dos eventos: la Ballena envenenada de San Sebastián que mató como a cien personas, fue una táctica para encerrarlos y hacer que mueran así de un montón”. Asimismo nos cuentan: “usamos unas fotos de Julio Popper y sus amigos cazando. Hicieron una sesión de fotos tremenda. Queremos hablar de eso y también de cómo la comunidad sigue teniendo que luchar contra otros modos de opresión y siguen estando y sobre eso, vamos armando el mural”.
En calle al Trejo Noel y Beauvoir, Cany Soto con Solange Verón y Paula Soto pintan “La Fiesta de la Ballena”. Cany nos dice que el mural: “Cuenta el episodio más importante en la vida de los canoeros nómades de aquí del canal de Beagle… los varamientos de los cetáceos por las altas variaciones de las mareas”. Quienes conocen a Cany saben de su entusiasmo en esta disciplina y su entrega a la investigación así que explica: “las ballenas venían en manadas acá a buscar alimento de las vertientes de los desagües de la nieve…digamos los ríos que traen nutrientes que acercan a la vez otros seres vivos, pequeños organismos y bueno… era como una fiesta para la ballena, pero eso las entrampaba acá y eso hizo que estos individuos eligieran vivir en este lugar y permanecieran dominando todos estos territorios por más de 6000 años”. Además: “cuando todo el mundo suponía que esto es un sitio tan hostil para la vida, sobre todo si venís por tierra bajando por la Patagonia ves que cada vez se pone más fea, y cuando cruzás el Garibaldi te encontrás con un paraíso, ese es el secreto que tenían estos individuos, sabían que acá era otra cosa, que la patagonia del litoral marítimo es una fuente de alimento y de recursos inagotable”.
De pronto los trazos en la pared parecen tomar la vida del relato de Cany: “ellos ahí extraían de la ballena, no sólo alimento, grasa para diferentes uso entre los que está la pintura corporal, que oficiaba de protección contra el clima y otras cuestiones. La ballena es como un supermercado gratuito, porque sacás hueso para hacer punta de arpones, cuchillos, la barba para hacer hilo con los que cosían sus canoas. La grasa les duraba todo el año. Además acá es difícil que se pudra un animal muerto. Metían bajo el agua los trozos de grasas, el agua de los turbales tiene la particularidad que no se pudre la grasa. Y otra de las cosas más importantes que tiene la fiesta de la Ballena, es que estos individuos como cualquiera tenían conflictos con sus vecinos con otros grupos con otras familias u otros clanes pero cuando sucedía este episodio de la ballena varada, se dirimían todos esos conflictos. Se llamaban, venían canoas de todos lados. Ahora vas a ver todas las canoítas que vienen acercándose de distintos sitios y además aprovechaban para hacer sus rituales, porque duraba tanto tiempo. La ballena es un hecho social, de ahí surgían los matrimonios. Así que eso es la importancia de la fiesta de la ballena. Es un poco cruel la escena , pero en realidad se trata del aprovechamiento de un animal que ya murió, porque ya está moribundo. Después hubo otros aprovechamientos de la ballena más adelante cuando vinieron con los barcos los europeos, que esa es otra historia… es depredación. Bueno eso es la fiesta de la ballena”.
El recorrido por los lugares de trabajo no termina, el clima no los está ayudando pero se los ve concentrados, conectados con el deseo de hacer de este encuentro algo especial para ellos y para la ciudad.
PRODUCCIÓN: La Mirada.