En la sala Onírico sur, a las dos de la mañana, Santiago Hogas pide disculpas al público por la demora en la presentación del estreno “Bonjour Tailandia”. Fue un fin de semanas muy ajetreado, dos obras de Río Grande: “De vacaciones al norte”, un stand up de Andrea Ricchini, y “La cuarta Pared”, adaptación del cuento homónimo de Abelardo Castillo, presentada por  el grupo Los Otros.

Pensar que el público de Ushuaia sale de ver teatro a las dos de la mañana, no ha pasado nunca, ni siquiera en los Festivales internacionales producidos por el Instituto Nacional del Teatro. Cabe señalar que nunca una sala de teatro independiente de Ushuaia, ha brindado la posibilidad de ver tres o cuatro obras por día como lo está brindando la Sala Onírico Sur.

Santiago y Jimena Hogas se han cargado un hermoso sueño en los hombros, pero que con cada evento que producen se ve que no es un sueño mezquino, egoísta, engañador, o traicionero. En cada movida se ve una actitud generosa, inclusiva, abierta.

Desde mayo de este año la sala tiene un promedio de ocho a diez puestas mensuales. Teatro, música, seminarios, talleres, la mayoría de los grupos independientes de Ushuaia y Río Grande transitan por la Sala Onírico Sur, esto no ha sucedido nunca, en ninguna sala de Ushuaia.

Los teatristas locales, y ahora también los de Río Grande encuentran con un equipo de personas generosas, trabajadoras, dispuestas a ayudar a que lo presentado tenga una cobertura técnica digna. Todo lo hacen a pulmón, por la autogestión, el estreno de “Bonjur Tailandia” fue una fotografía de lo que el amor al teatro produce, una sala repleta, un público cómplice, el cansancio y agotamiento del esfuerzo, los actores vibrando por ese estreno que los atropella, vislumbrando que vale la pena contar historias y que en lo profundo saben, independientemente de lo inmediato, que están haciendo historia, allí parados en el proscenio, unidos de las manos, saludando a su público, los Oníricos, seguro que anoche durmieron felices.

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.


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