La Antigua Casa Beban se abre un domingo a la noche, aunque el sol niegue la oscuridad. El público entra y espera que llegue Emilia Ramunda a dar pequeños detalles que permitirán estar en el espectáculo. El escenario es toda la casa, cada ambiente de la Beban es el micro ambiente de los relatos.
La voz en off de Kuky Rey da inicio a una escena cotidiana, tan cotidiana que el elemento plástico utilizado es una plancha y esa plancha vehículo que introduce al público en el universo de Letras Danzadas que Marcela y Rosana sostendrán a lo largo del relato.
“Cuando el corazón te hable… quédate quieto, en silencio, a solas con su galope y escúchalo; personajes inesperados irán apareciendo para fusionar la emoción, entre lo vivido y lo sentido” se lee en el programa de mano. Lhuna, desde La plancha irá recorriendo escalas de vivencias, en la casa, con Maletas de Tierra, nos contará De los hijos y tulipanes, de los Recuerdos. El personaje que asume Marcela Carcer va desnudando a Marcela Carcer, expone la Bronca y la Tristeza, las Nostalgias…los Agujeros, Las espadas del texto. María el personaje de Rosana teje un espacio de juego, como un hilo de Ariadna, para que Lhuna ponga su cuerpo en juego y transite un territorio de Mandalas.
Aparecen Señales, un estar de Cara al Viento…ese Espejo que revela los cambios en la piel…ese cambio entre “el cuello y los senos”, esos cambios, detalles que el tiempo deja en el cuerpo. Y se llega a una Última Hoja del relato que las mujeres dedican a María Fux.
El público acompaña, siguen a los personajes en sus recorridos, se emocionan, disfrutan. La puesta es sencilla, utilizando recursos simbólicos que visten el relato.
Al cierre la directora, Kuky Rey, agradecía a la Secretaría de Cultura, a los técnicos y a sus familias que son soportes de sus locuras.