Jorge nos contó que lo pasó muy bien aquí en Ushuaia y que: “me alegran mucho varias cosas, primero haber podido venir, no siempre uno decide ir a todas partes, esto es de una belleza tan lejana”además remarcó “el afecto de quienes me recibieron, esas son cosas que hay que agradecer permanentemente”.

Para todo artista, mostrar su arte en una sala colmada, es un marco de aceptación y respeto que los condiciona de algún modo, así que le preguntamos a Jorge como se sintió en el escenario: “Yo estuve bien, estuve cómodo, un poco nervioso al principio ya que suelo tocar con mis compañeros pero bueno, uno disfruta igual”.

El espectáculo tuvo el formato de solista: “La verdad que en este formato, que es con el que uno arma las canciones finalmente, con la guitarra y la voz…Yo la verdad que la he pasado muy bien y no podía esperar algo mejor que lo que ocurrió esta noche”.

Una noche en donde el público cantó los estribillos, aplaudió cada interpretación, lo ovacionó cuando los clásicos surgían desde los acordes en la guitarra de Fander. Pero el silencio se profundizó a tal punto que la sala parecía vacía, y las cámaras de los celulares se prendieron para grabar cuando Jorge le  dedicó “Diamante” a Silvana Aguirre.

Al comenzar el recital agradeció a todas las escuelas experimentales de la ciudad, al Polivalente de Arte y al Ensamble Vocal del CEPLA porque ellos fueron los primeros en recibirlo, y por todo lo compartido. Al terminar, agradeció a todos los que ayudaron a que él venga, a la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia, a todo el personal de la sala Niní Marshall, a las legisladoras Noelia Carrasco, Marcela Gómez, al concejal Silvio Bocchicchio y al Público ya que: “creo que han sido muy cálidos, muy afectuosos, muy atentos. Yo realmente podía observar desde arriba con la tenue luz del escenario. Cuando uno ve las caras sonrientes, la verdad que es un regalo. Yo veía muchas caras así sonrientes y entusiasmadas, bueno esas cosas me dan mucho ánimo”. Y especialmente agradeció a Silvana Aguirre y Miki su esposo por ponerse al hombro esta producción de su venida y a su productor el Turco Nazer.

Como es debido el público le pidió otra y el no se hizo rogar cerrando el recital con “Oración del Remanso”.  Al terminar se paró al lado de la silla, dejó su guitarra, saludo, bajo del escenario por la escalera del proscenio hacia el público y atravesó la sala de la Niní hasta el foyer. El público respetuoso lo dejo pasar, estrechó una que otra mano y un profundo abrazo brevemente lo detuvo en el centro del pasillo. Salió y subió a la parte técnica de la Casa de la Cultura. Allí nos contó sus sensaciones y lo vivido. Y nos dijo para cerrar la breve nota que: “finalmente uno se da cuentas que hay una cierta comunicación que se establece entre esos lenguajes y cierta intimidad o la sensibilidad de cada uno de los que están abajo, me parece que se dialoga finalmente. Así que para mi una gran emoción”.

Para todo el público que asentía cuando contaba que él era un profundo pesimista y que “Uno es pesimista pero no come vidrio” para ese público que también valora la esperanza, seguramente, también fue una profunda emoción este encuentro con “Fander solo”.

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.

 

 


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