Seis integrantes del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín están rodando desde sus casas para la cual se conectan por videollamada con el coreógrafo y el equipo técnico, que desarrollan el trabajo a la distancia.

Seis integrantes del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín están rodando desde sus casas una película sobre grooming, coproducida por el canal Encuentro y con apoyo de Unicef, para la cual se conectan por videollamada con el coreógrafo y el equipo técnico, que desarrollan el trabajo a la distancia.

La película se titula «Grooming» y alerta sobre el acoso a menores de edad a través de internet, «uno de los menos conocidos y más frecuentes peligros de nuestra era digital», explicaron los responsables de la productora Mulata Films, que se asoció para esta creación con el Canal Encuentro, el Complejo Teatral de Buenos Aires y el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, con el acompañamiento de Unicef.

El cuerpo de danza porteño es precisamente quien aportó los seis intérpretes que protagonizan el filme y el coreógrafo que desarrolló las piezas que, desde el living de sus respectivas casas, encaran en estos días maratónicas sesiones de grabación con un despliegue todo lo singular que la pandemia de coronavirus requiere.

«La productora despliega, con todo un protocolo de bioseguridad, el desplazamiento de una computadora y algunas luces a las casas de los bailarines y bailarinas y, con esos equipos, se filma remotamente desde la oficina de Mulata Films», explicó a Télam Andrea Chinetti, directora del Ballet Contemporáneo junto a Miguel Ángel Elías.

«Además de ese despliegue, hay otro destinado solo a uno de nuestros bailarines, que es quien protagoniza la película. En ese caso, es él quien va a la productora solo con un asistente, mientras el director, el coreógrafo y los técnicos van dando las instrucciones y luego registran las escenas desde sus casas», completó Chinetti.

Ese bailarín es Matías De Cruz, quien en diálogo con esta agencia, reconstruyó el modo en el que se sumó a «Grooming»: «Caímos en cuarentena como todo el mundo y comenzamos a ensayar a la distancia por la plataforma Zoom, y a tomar clases y a continuar con los trabajos que veníamos teniendo, cuando me llegó la propuesta de participar en una película».

El intérprete comenzó a trabajar las coreografías desde su casa y por videollamada con Damián Malvacio, creador de las secuencias que se verán en el filme e integrante del taller de Danza Contemporánea del Teatro General San Martín, la escuela y semillero que nutre al ballet de ese mismo coliseo desde hace más de 40 años.

«Así estaba trabajando desde mi casa, cuando la productora decidió que era mejor que yo me desplazara hasta sus estudios. De manera que me subí a un auto dos días seguidos y fui a grabar con una persona que me ayudó con todas las medidas de bioseguridad mientras que el director, el asistente de luces y el equipo técnico estaban en sus viviendas, conectados a una computadora», recreó el bailarín.

Cruzando géneros y lenguajes, la historia de ficción está basada en datos reales y protagonizada por una adolescente y su padre. «Como se trata de un tema difícil de visualizar, descubrir y combatir, la película propone una representación ficcional a través de la danza, que se complementa con entrevistas a profesionales especializados», explicaron los responsables de Mulata Films.

Para el bailarín De Cruz el trabajo interpretativo fue un desafío singular: «Primero me fue guiando el coreógrafo y después el director durante el mismo día de la filmación. Como mi personaje es El zorro, el acosador o groomer, aparece siempre detrás de una máscara, entonces la expresión estaba más relacionada con el lenguaje corporal y no tanto con lo facial», completó.

Detrás de todos esos movimientos que se enlazan en «Grooming» con el documental, el rap y la videodanza se encuentra el coreógrafo Malvacio, formado en las dos escuelas más importantes del país, la del Teatro Colón y la del San Martín, y con experiencias de colaboración con creadores canónicos como Mayra Bonard, Diana Theocharidis, Joel Inzunza Leal, Alejandro Cervera, Roberto Galván y Michal Znaniecki.

«Aunque no podíamos compartir el espacio, como hacemos habitualmente, con los bailarines Matías Coria, Silvina Pérez, Constanza Agüero, Lucía Bargados y Jonas Grassi trabajamos de varias formas, alternando improvisaciones y secuencias que yo llevaba, y fuimos desarrollando lo que se verá en «Grooming», explicó Malvacio a Télam en un breve descanso de la grabación.

Para el coreógrafo, la danza aporta un elemento muy relevante al pensar en el acoso sexual sobre los menores de edad: «Pienso que el cuerpo no miente y, justamente, cuando alguien es víctima de una situación de abuso, lo que mejor refleja ese abuso es el cuerpo», dijo y agregó: «Entonces, ahí es donde entra en juego la danza, donde uno con el cuerpo puede llegar más rápido a la sensación o a la emoción de quien lo mira porque el cuerpo es lo que finalmente siempre dice la verdad».

«Grooming» no es el único proyecto en el que están involucrados los bailarines del San Martín: a diferencia de otras compañías, completamente paralizada por la inacción de sus directores o directoras, el Ballet Contemporáneo no se dejó encerrar por el aislamiento y mantiene sus cases diarias, avanzó en el montaje de la reposición de «Boquitas pintadas» y comienza a desarrollar sus talleres coreográficos, este año, enfocados en la posibilidad de registro visual de las piezas.

 

FUENTE: telam.com.ar


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