Todos los registros históricos lo ubican como uno de las naves que participó del Desembarco de Normandía, junto con otros gemelos construidos en el transcurso de los años 1943/44. Su primer nombre fue «Justice», lo construyeron en los astilleros Camdem Shipbuilding & Marine Railway Company de Camden, Maine, Estados Unidos. Está claro que resultó muy útil en las duras confrontaciones de la guerra, siempre como nave auxiliar de las flotas aliadas, navegando el Mar del Norte, el Canal de la Mancha y el propio Mediterráneo.

El 20 de marzo de 1946 fue devuelto a EEUU, donde es reclasificado como «BATR 20″y puesto nuevamente en comisión, aunque por poco tiempo ya que mantener el casco de madera y el elevado costo del combustible, lo transformaba en una nave inviable para el gobierno, que lo vende el 3 de octubre de 1947.

Posteriormente es adquirido por el argentino Leopoldo Simoncini, quien se aventuraba en singulares rescates y recuperación de naves hundidas con una empresa a la que denominó «Salvamar». Es así que  nuestro querido y veterano remolcador, es destinado a una aventura no menos especial, la de reflotar el crucero Monte Cervantes, barco de bandera alemana, que había naufragado en 1930 en cercanías de Ushuaia. El Capitán Kurt Lerch fue el responsable de traerlo hasta estos lejanos mares australes, desde el puerto de Génova.

Luego de varios años de trámites y meses de intenso trabajo, en el año 1954, la empresa fracasa rotundamente y el Saint Christopher, con daños en su timón y en su planta propulsora, descansará para siempre en la Bahía de Ushuaia.

LA IMPORTANCIA PATRIMONIAL Y TURÍSTICA

En cada ciudad, en cada pueblo existen historias, elementos, monumentos, paisajes o atractivos culturales que fortalecen la identidad del lugar y otorgan singularidad. Son los valores que dispensan un  valor agregado que multiplican el interés de los turistas y motivan el orgullo de los residentes.

Dicen los expertos que «la historia de los pueblos es siempre el resultado de procesos culturales y sociales de enorme complejidad. Su conocimiento se vuelve un imperativo necesario en la vida de los hombres, en cuanto su historia, las huellas de su pasado que permiten el acercamiento a sus raíces, confieren identidad cultural y reafirman el sentido de pertenencia a una sociedad determinada».

ESTADO DEL BARCO.

El barco se encuentra encallado desde hace más de 60 años. Los estudios realizados por Prefectura Naval Argentina y otro por la firma especializada «Yacht Design» del Arquitecto Naval Jorge Andrés Drozd, coinciden en aspectos fundamentales, el barco se encuentra debilitado en su casco de madera por acción del teredo (molusco que come la madera) y por efectos climáticos y ambientales. El peso de la cubierta, de metal, ejerce una presión que agravada por la inclinación del remolcador, están quebrando en dos su casco, comenzando por el sector más afectado, que es el de popa.

TAREAS QUE SE DEBEN EFECTUAR PARA RECUPERARLO Y EVITAR SU DETERIORO

Se ha solicitado a las autoridades provinciales, asuma un rol activo procurando la reparación, fortalecimiento de su estructura y puesta en valor de manera de recuperar y preservar este remolcador como integrante del paisaje cultural de la ciudad. Precisamente se están analizando con los dos diagnósticos y la conformación de un grupo de profesionales locales que están adhiriendo a la inquietud. Pero todo parece indicar que se deberá construir un pedraplén o escollera que permita el acercamiento de máquinas y camiones hasta el barco y trabajar en su interior reforzando su estructura, uniendo las rajaduras abiertas en su popa, reconstruyendo parte de su cubierta podrida y en gran medida inexistente y, finalmente, un tratamiento técnico que ponga límites a su deterioro. También su iluminación, tratamiento estético y optimización del sector lindante para su puesta en valor.


RESPONSABLES DE LAS OBRAS

La Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios, en representación del Gobierno provincial, será la encargada del llamado a licitación y, una vez adjudicada la obra el Colegio de Ingenieros, Cámara de Turismo y la Fundación Ushuaia XXI, serán los organismos veedores de la obra, además de responsables de su puesta en valor una vez finalizadas las tareas.

 

FUENTE: Fundación XXI – Julio Cesar Lovece

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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