“Día de la memoria por la verdad y la justicia”

Pasadas las tres de la mañana de la madrugada del 24 de marzo de 1976, la voz del teniente general Jorge Rafael Videla irrumpió por cadena nacional. A esas horas, y acompañado por el almirante Eduardo Massera y el brigadier general Orlando Agosti, Videla pronunció las primeras medidas que comenzaban a regir a partir de ese entonces.

También hace 44 años comenzaban las rondas de las Madres de Plaza de Mayo

“¡Circulen, circulen!”, era la orden de la Policía que las hostigaba. No podían reunirse bajo el estado de sitio y comenzaron a dar vueltas alrededor de la plaza. Esas rondas, meses después, se vieron colmadas de pañuelos blancos.

Frente a la Casa Rosada y en plena dictadura, catorce mujeres dieron la primera vuelta a la Pirámide de Mayo para exigir la aparición de sus hijos e hijas. Un emblema de lucha internacional.

Fueron creciendo en número, pero durante las primeras semanas continuaron caminando de a dos, hablando con mucho cuidado con la compañera de al lado para saber quién era su hijo o hija desaparecido.

Hasta ese momento no llevaban sus pañuelos en la cabeza. Para la fecha de la procesión a Luján, decidieron identificarse con un pañal de sus hijos. Tampoco llevaban fotos o carteles con los nombres de sus desaparecidos.

Muchas madres salieron a buscar a sus hijos e hijas. Recorrieron hospitales, caminaron juzgados, se atrevieron a ir a comisarías y cuarteles. En un principio estaban solas, pero aún así no paraban de buscar. De a poco en esa búsqueda empezaron a encontrarse con otras mujeres que, como ellas, querían saber el paradero de sus hijos.

Para estas valientes mujeres, seguir luchando por el juicio y castigo para todos los genocidas, por encontrar a todos los Nietos y Nietas que faltan y estar en las calles y cada lucha con sus pañuelos blancos, junto a los jóvenes y el pueblo trabajador, es una manera de reivindicar a sus hijos e hijas y a nuestros 30.000 y significa un gran desafío para las nuevas generaciones de este enorme legado para continuar sin descanso este camino de lucha contra la impunidad.

Los años que transcurrieron bajo la dictadura de las Fuerzas Armadas estuvieron signados por una constante violación de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y un terrorismo de Estado que funcionó para el gobierno militar de facto como médula y ánimo social del Estado argentino. Esta modalidad de gobierno de facto y su respectivo modus operandi, a su vez formaban parte de un plan mayor conocido como Plan Cóndor, el cual ya operaba en toda Latinoamérica y funcionaba como coordinación entre las distintas dictaduras que en esos años se habían instaurado en otros países del Cono Sur, entre ellos Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.

Este 24 por el COVID-19 nos encuentra a todos en casa, no podremos salir a las calles, pero estemos unidos, mantengamos la memoria aun desde nuestros hogares el objetivo es que podamos construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente, y que todos comprendamos los alcances de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas de la última dictadura militar y nos comprometamos activamente en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.

La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación N° 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976.

 

PRODUCCIÓN: la Mirada.

FUENTE: Madres de Plaza de Mayo.

 

 

 

 


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