Norma Lezcano de Noguera es el alma mater de La Voz Fueguina. Un instrumento periodístico que ha pasado por diferentes formatos buscando encontrar el equilibrio entre forma y contenido. Este pasado 12 de octubre, cumplió sus 43 años de trayectoria  en el medio periodístico de la Provincia.

CÓMO SURGE

German Noguera, esposo de doña Norma, es el fundador del periódico. En el año 76 llegaron de vacaciones a la isla y por sugerencia de un amigo, Jorge Peraggini, se quedaron: “el 12 de octubre cuando Ushuaia cumplía 92 años sale La Voz Fueguina como periódico. Primero fue semanario, después salió de lunes a viernes… o a sábado?  No recuerdo”, nos dice Norma haciendo memoria del proceso que los llevó a instalar en Ushuaia un medio de comunicación con esas características.

Con su esposo habían recorrido toda la Patagonia: “siempre de punta a punta, nunca el norte. Y lo hicimos con nuestros hijos, en carpa siempre”. Hasta que llegan a Tierra del Fuego: “él estaba enamorado de Tierra del Fuego, especialmente de Río Grande, había estado trabajando allí en la década del ’40; luego regresó a Río Gallegos a trabajar en la imprenta de su padre y en ese interín nos conocemos. Yo cuando tuve a mis cuatro hijos dejé de trabajar”.

Cuando nos vinimos  a Tierra del Fuego nuestros hijos ya estaban grandes estudiando, era el ’76 nos vinimos solos. Y fundamos La Voz Fueguina. No fue fácil, éramos aventureros y despreocupados, dejamos la imprenta en Río Gallegos, y nos vinimos. En el ’83 se nos complicó, con un problema de sociedad, no nos fue muy bien, perdimos mucho, dormíamos en  una carpa, luego en el invierno dormimos en  un galpón. Armábamos el periódico entre los dos, buscábamos publicidad, todo era movimiento entre la carpa y el galpón; y fuimos armando el lugar, que sería nuestra casa  La Voz Fueguina.  Éramos jóvenes, teníamos cincuenti tantos… mi esposo fallece a los 68 años, yo tenía 62, y teníamos todo esto armado».

El momento más crítico de la publicación fue cuando fallece Don Noguera. “ no sabía si seguir o no  ¿cómo seguir? ; decido seguir. Había que salir a buscar dinero y gente que me ayude. Y ahí estuvo Hernán que tiene la imprenta y estuvo cuando mi esposo murió… y vinieron otros y se fueron… y se complicaba pagar los sueldos y entonces decidí hacer el periódico sola, sacarlo una vez por semana y después cada quince días, me traje la computadora y después pensé ¿por qué no hago lo que siempre me gustó: una revista? En papel ilustración. Tapa contratapa a color. Le dije a mi hijo de Río Gallegos, que se ofreció a imprimirla ahí. Ahí dejé el periódico como tal; entraba el 2000. Y empecé con la revista La Voz Fueguina”.

UNA ROSARINA EN LA PATAGONIA

Norma  se siente afortunada al reconocer sus orígenes “Yo nací en Rosario, provincia de Santa Fe. Mis comienzos fueron muy humildes, éramos una familia muy humilde, de muchas necesidades”. Cuando me llegó la edad de salir a trabajar salí a trabajar, limpiando casas, de sirvienta, en aquellos años no se decía empleada doméstica. Antes eras pobre o rico. Yo era pobre. Cosa que cuando llega Perón  y Evita, nos enseña a los pobres otra mirada, otras puertas para abrir, aparentemente podíamos  ser igualitarios en ese andar”.

Norma necesitaba trabajar , pero su idea era estudiar, así que, de día trabajaba y estudiaba de tarde: “Hice el secretariado completo y periodismo. Me gustaba, me apasionaba. Iba a las radios. Y efectivamente estudié”. Cuando termina de estudiar viaja de vacaciones a Río Gallegos, allí tenía un hermano que estaba en gendarmería en la década del ’40: “ Así es como me voy con mi hermano a Río Gallegos, demoramos ocho días; y cuando  pisé esa tierra para mí fue una maravilla. Era todo un descampado total. Todo ese cielo maravilloso que se veía  hasta el infinito, el mar. Empecé a trabajar en el correo, con lo que  mi hermano se enojó mucho, ya que le había prometido a mi madre que iba a regresar; pero esa tierra era mi destino. Después me casé con Noguera. Era mi destino. Fue una tierra que amé desde el comienzo antes que cualquier cosa”.

COMO SON LOS INICIOS EN LA RADIO

“Bueno, como te dije al principio, era amante de las comunicaciones, de las radios, en Rosario siempre iba a algún programa donde la gente participaba. Entonces cuando llego a Río Gallegos empiezo a trabajar ahí en el correo, y me aboco también a la radio. A ir a la radio. A ver qué había, me encantaba, tenía curiosidad. Hasta que me ofrecen trabajo,  para arreglar discos, y acepté para los programas en LU12. Hasta que fundan la Radio Provincia. En la inauguración me conocían varias personas, y me ofrecen hacer radio teatro, yo había estudiado teatro ahí en Río Gallegos. El primer radioteatro de la provincia de Río Gallegos. Así es como entro a las radios”.

De sus inicios en Río Gallegos recuerda como surge el programa en Ushuaia: “¿qué pasó?, acá cuando estaba Don Pablo Rodríguez. Él tenía su programa en Radio Nacional. Y yo iba, tenía que meter mi cuchara. Iba, y conversábamos todos en su programa de radio, pero no se me ocurría un programa propio. Hasta que fallece mi esposo, hace 24 años. Fue terrible, me la pasaba llorando, hasta que una nieta me zamarreó  y me dije: ¡Basta! No le voy a abrir la puerta a doña soledad, a trabajar. Y ahí empecé. Empecé a darle con todo, trabajar en un programa, hice un  programa en Radio Argentina cuando se inauguró, el primer programa de tango que tuvieron ahí, y después comencé a  andar  con el micrófono, el grabador, la cámara fotográfica… hasta las dos, tres de la mañana”.

De pronto queda en silencio…mira su casa, su lugar, piensa, hace una vaga referencia de su complicidad con Don Germán, señala ese espacio amado, sin terminar,  y dice: “recordando a Noguera… está acá…llegamos hasta acá” indiscutiblemente Don Germán está en cada detalle de la casa.  Segura de sí misma remarca: “así siguió mi vida. Presidente que ha venido, Alfonsín le he puesto el grabador, cuando vino antes de ser presidente Menem, cuando vino Duhalde también”.

LOS RECONOCIMIENTOS

Doña Norma ha recibido innumerables premios a su trayectoria y gestión en el campo cultural, tiene su oficina tapizada de certificados, premios, reconocimientos. Entre los más recientes se destaca la Estrella del Sur otorgada en el FITSUR. Explica qué siente con este tipo de premiación: “Más compromiso. Todo lo que sea más reconocimiento para mí es un compromiso. Y para mí tener algo que represente un reconocimiento por lo que vos hiciste por tu pueblo, porque tu pueblo te ayudó, tu pueblo no te abandonó, te acompañó, todo lo que conmigo fue… a mí me vienen a llamar y allá salgo”.

A Norma su  profesión le permite hablar, manifestarse desde cierta ideología y en cada programa o en cada acto que participa no deja de poner una palabra a favor de los humildes, de la solidaridad, de la cultura como base de la transformación. Ella trabaja para no mezclar lo ideológico con su trabajo, quiere mantenerlos separado, pero su punto de vista siempre se revela: “Y ahora pongo las palabras, antes no las ponía, pero ahora las pongo…” y haciendo referencia a un funcionario nacional revela: “hace unos años atrás cuando recién sube el nuevo gobierno nacional, escuché que uno de sus ministros dijo: No, porque la grasa militante ya vamos a ver como la arreglamos; Yo soy de esa grasa militante. Pero de la década del 40. Yo tuve a mis maestros Perón y Evita. Entonces por eso es que acá mucho no se usa la palabra pueblo. Pero con Perón la usábamos mucho, porque la palabra pueblo no quiere decir simplemente que sea un pueblo chico, no, ese pueblo está puesto y va a delante con los seres humanos que conforman la patria. O sea que esos seres humanos son patria, que hacen la patria grande. El pueblo es una palabra inmensa. Eso lo aprendimos con Perón”.

LOS PROYECTOS Y EL JORNAL

Además nos manifiesta su sentir al participar de diferentes proyectos:“ Así que, lo que yo siento es eterno agradecimiento, no puedo quedarme quieta, siempre voy a andar en algo y a veces tengo miedo de exagerar pero es así, es así. Y siempre les digo, continúen si tienen la idea de algo y han reflexionado que es bueno, continúen con esa lucha, no paren. Porque bien lo dice el peronismo: las luchas que se pierden son las que se abandonan. Y es verdad, hay que continuar, sin hacerle mal a nadie. Entonces si me invitan  los radicales voy, si me invitan del mopof voy. Todo, hasta de la izquierda, pero yo tengo mi propio convencimiento de por dónde tengo que manejarme y que para mí la riqueza más grande que hay es el pueblo”.

Norma cuenta todo con suma pasión y nos desafía: “ Así que qué otra cosa querés que te diga”, y quiero que nos diga porque se define como jornalera: “Si, soy una jornalera. Uno dice: – Che yo voy a trabajar por este jornal – . Pero yo soy jornalera de amor, jornalera de agradecimiento. Nunca gané nada, ni cinco centavos por todo lo que hice. La Voz Fueguina siempre fue el tener lo que había que pagar por algunas cosas, pero nada más. Así que en estos momentos es una satisfacción decir que si hay publicidad en la Voz Fueguina la invierto bien invertida en las personas que andan en la calle levantándome notas. Aunque no me quede cinco centavos, no quiero más. Pero estoy  con esta edad, y  me siento acá y me reflexiono y si, dónde voy con mi espíritu. Ya no, no voy a otros lugares, no tengo más lugares que el santuario que es Ushuaia para mí, o toda Tierra del Fuego. Porque donde voy  está la esencia de mi esposo, de La Voz Fueguina.  Para mi es todo”.

LO QUE SE SIEMBRA

“¿Estoy equivocada? No sé. No digo que sea la verdad, es mi forma de ser. Humildemente. Y no reprocho nada a la vida, a pesar de las necesidades que pasé, no le saqué nada a nadie. Entonces me siento orgullosa de mí misma, que nunca le saqué nada a nadie. Al contrario, creo que he dejado cosas a lo mejor sembradas o no. No  sé. Pero me siento  muy satisfecha sinceramente”.

El trabajo que Norma realiza tiene una profunda incidencia en el campo cultural con quienes realizan actividades artísticas, ella nos cuenta cómo es este trabajo: “Es hacer, hacer y hacer… donde se necesite, ya sea formando la cooperadora del hospital con el nombre “De corazón a corazón”, fundando la Academia Fueguina del Tango. Formando el  Centro Tradicionalista de Ushuaia con el nombre Virginia Choquintel”. Y amplía lo que ella piensa del hacer cultural con los chicos, las mujeres, en los barrios:yo tengo conceptos muy humildes. Porque yo considero que la cultura y la educación son dos temas que nacen desde la base de la familia, para mí no hay otro lugar. Porque la escuela instruye…pero por eso tiene que estar la familia en la educación, porque  no te van a enseñar en la escuela el trato con el otro ser humano, el saber amar al ser humano, porque me transporto a la biblia, que te dice ama a tu prójimo como a ti mismo. Entonces para amarse uno tiene que aprender desde la base de la familia. Y eso es cultura, está todo ensamblado en la cultura, la política, el andar, el trabajo tuyo que estás haciendo, todo es cultura, ¿qué queremos separar?

Nada se puede separar en el quehacer humano, todo es un entramado y Norma destaca que: “ está todo ensamblado en la cultura. Porque el ser humano si no lleva en su mochila la cultura como  comportamiento de ese ser humano, no florece la cultura…la base del ser humano es esa esencia,  En el trato de las personas. En esas cosas, bueno eso es la verdadera cultura…Por eso se dice, siembra cultura y se siembra desde la base de la familia”.

Para Norma la cultura se expresa de diferentes maneras, en lo social, en lo político, en el baile, la pachanga: “La cultura es todo, la cultura es todo. Si, yo me iba a la casa de la juventud, a escuchar cantar rap. Me acomodan adelante, yo hacía mis notas, sacaba fotos y los escuchaba a los chicos, a decir  ¡verdades! Con el canto del rap, los veía bailar el hip hop; Dios mío, cuanta energía… Por eso creo que, ¿dónde nace lo mío?  en la cultura.

Norma Lezcano de Noguera ha sido nombrada por el Gobierno de la Provincia como “Personalidad Destacada del Periodismo y la Cultura  de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur” por “su invalorable aporte al desarrollo de la cultura provincial” y además “Ciudadana ilustre” por el Concejo deliberante de la ciudad de Ushuaia. A sus 86 años sigue al frente de La Voz Fueguina y con la virtud de ir a un concierto y sentir lo que se expresa y decir: “yo me lagrimeo todo, porque es  la esencia, parte de la esencia” y remata con su expresión“¿Estoy equivocada?… ¿No sé?”

 

PRODUCCIÓN: La Mirada.

 

 

 

 


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