Se inauguró en la Antigua Casa Beban “Refugio: cómo sobrevivir una pandemia”.

La exhibición de bordados y cianotipias de Lucía y Lola Boffo contó con la producción artística y curaduría de Carina Gavalda: “una instalación de obras compartidas entre hermanas y una gran amiga” dijo Lola en la apertura, confesando que: “nos daba un poco de miedo y de temblor estar en esta instancia, pero estamos contentas de estar acá, con tantas caras de amigos, amigas y familia”.

Para Lola, lo más importante en la inauguración: “es esto, que estemos todos juntos” y destacó que: “la obra muestra el proceso de la pandemia hasta hoy, hasta ustedes y esperamos que siga transmutando y se siga convirtiendo a medida que habite diferentes espacios”.

Lucía, agradeció al público y manifestó una alegría y un miedo muy grande al exponerse: “a poner tantas cosas a la vista y a la interpretación del mundo, pero creo que también es parte de la resiliencia, creo que la palabra resiliencia es una gran palabra para explicar esta obra… creo que la resiliencia es una elección y no es una elección fácil”.

Asimismo, destacó que: “este es un día muy hermoso porque yo vengo de otro lenguaje artístico que es la música y esta es la primera muestra visual que me toca compartir en mi vida y estoy muy feliz de hacerlo con estas dos hermosas personas, y en Ushuaia”.

Lucía se emocionó al manifestar que le encantaría que El Boffo, su padre: “este acá, viendo esto y opinando; y seguramente habiendo tenido mil discusiones sobre cómo colgar o no colgar… si somos desprolijas o no desprolija, pero bueno está… está en todos ustedes”, bastó ese gesto de Lucia para entender y ver en cada uno de los trabajos: el duelo y el tributo a su padre.

“Para los que no saben” dijo Lola: “El Boffo es nuestro padre, y lo digo en presente, porque está en todos Ustedes que están acá y en nosotras”  además explicó para quienes no estaban familiarizados que: “falleció en  la pandemia, fue un cimbronazo que nos trajo – como a muchos – la necesidad de transformarnos y de atrevernos a sentir y a buscar maneras de sacar las cosas de manera amable, de un modo que nos haga bien,  que nos ayuden a avanzar y hoy es esto, lo que están viendo, y además algunas canciones que vamos a compartir”.

La pérdida fue en la distancia, Lucía en Alemania, Lola en Ushuaia y su papá falleció en Buenos Aires: “nadie puede entrar en la cabeza de quien atraviesa un duelo” comentó Lucia, en referencia a un espacio de la instalación.

Lola y Lucía expusieron sus grabados y sus fotografías, como ese registro material que denuncia el territorio en donde se sintieron a salvo y se pudieron refugiar. También cantaron con la simpleza que brinda la intimidad de la casa beban.

Decía Pichon Rivière: “quien se entrega a la tristeza, renuncia a la plenitud de la vida, y entregarse a la tristeza es quedar con la mirada fija en lo perdido y no poder ver lo que nace, lo que vive, lo que crece y que es antagónico a esa perdida”. Lola y Lucía conscientes o inconscientemente hicieron la tarea que sugiere Pichón Rivière: “planificar la esperanza. Es decir reconocer el valor subjetivo y social de los proyectos”.

Las artistas agradecieron a todo el grupo humano de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Ushuaia, que acompañaron en el proceso, y en particular a Sabrina Laurenzo y a Guada Ocampo, como asimismo destacaron la presencia de Vanina Ojeda, subsecretaria de Cultura.

Cabe resaltar que la muestra estará abierta hasta el viernes 31 de enero, y podrá ser visitada de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 y los días sábado de 15:00 a 19:00.

PRODUCCIÓN: La Mirada.


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